Una noche mas.

- Humedad en el aire, cielo oscuro y nublado, sol oculto tras el horizonte dejando paso a la profunda noche, típica escena perfecta para una tormenta, la cual amenazaba ahora mismo sobre el joven que paseaba por el puerto sin un rumbo fijo. Había salido del que ahora sería su nuevo hogar dejando unos instantes a su querida hermana pequeña dormir, mientras el salía a la noche, buscando calma para sus enturbiados pensamientos sobre su pasado y cosas que ocurrieron, tratando de organizarlos todos dándoles alguna coherencia. "Todo nuevo, vida nueva, y cosas nuevas" Se decía a si mismo mientras pasaba sobre el antiguo saliente del puerto hecho de madera algo vieja, pero resistía su peso de sobra, permitiendo que el chico llegara hasta el final, sentándose sobre el filo y sacando del bolsillo de su chaqueta un cigarro. Al cual prendía y llevaba a su boca para darle una profunda calada.-
-..Tsk..Si Ari me viera fumar me mataría...- Una burlona sonrisa se le esbozaba en el rostro al decir esas palabras.-

Caminaba por el puerto como todas las noches antes de caer agotada, nunca antes habia amado estar tan cerca del Mar como hoy me encuentro. Empece a acercarme a la zona vieja del puerto, en ella habia muchos muelles abandonados y donde la madera empezaba a podrirse. Me pare cerca de un viejo muelle, al final de este en medio de la oscuridad se veia una pequeña luz, como si de una persona fumando se tratase. Mi cuerpo empezo a temblar tenia miedo, ¿quien seria? m preguntaba, me arme de un valor q ni yo misma creia q tenia y me acerque a esa persona, cuando di mi primer paso poniendo el pie en la madera, esta crujio y yo m quede paralizada.

- Ese leve ruido le sorprendió, pero no hizo tal amago de sorpresa. Solo se mantuvo en el sitio, girando la cabeza y mirando sobre su propio hombro hacia atrás, viendo a una jovencita. Antes de articular palabra alguna, cogió el cigarro y aplasto este contra el tableado del suelo de aquel puerto. Tras eso, volvió a su posición inicial, mirando hacia las profundas aguas, chocando sus leves olas contra los pilares de aquel puerto.-
- ¿Qué hace una chica a estas horas jugando en un puerto tan peligroso? -
- De un ágil salto, quedó de rodillas y se reincorporó, para luego darle la cara a la chica, aunque de todas formas no se apreciara mas en su rostro que sus ojos morados brillando de forma fría.-

Vi al joven acercarse, mi cuerpo temblaba podia percibir que no era igual a los demas, pero no sabia por que, el m hablo y yo lo mire temerosa, el agua del amr empezaba a enbravonarse (off:no se si existe esa palabra) debido a mi estado.
-Lamento decirle joven-respondi cuando el me pregunto mientras yo miraba sus ojos como hipnotizada-que yo siempre ando por estos lugares a estas horas, pero a vos es la primera vez que os veo.
Dije y me acerco un paso a el intentando verle mejor la cara aun que por lo que podia ver, su sombra, era mas alto que yo.''¿Me pregunto que hara aqui?'' pense ''Nunca nadie viene a esta zona, por lo peligrosa que es debido a los narcos de aqui''

- Una sonrisa apareció en el rostro del chico. Precavirle sobre los peligros de una zona; hablarle como si de un jovencito se tratase cuando su pasado le provocó madurar, pareciéndo joven pero siendo aún mas sabio de lo que aparentaba ser en realidad. Sin siquiera mirar el agua bajo ellos, podía notar que comenzaba a embrabecerse, agitando su movimiento contra los pilares de aquel puente, aunque era extraño.. No soplaba viento alguno, la luna se mantenía en su estado normal..."¿Sería capaz de...? Es probable..".-
- Tsk... Es extraño, no tienes pinta de alguien peligrosa que vaga por estas calles.. Y tampoco preocupada por que te ataquen..- Se mantenía aún algo sombrío y atento a sus alrededores, como hacía siempre, por si algo extraño pasase, aunque mas que la bravura repentina del agua poco vería.-
- Yo estoy aqui mas por mero placer de la tranquilidad, sé defenderme.-

Sonrei con amabilidad, habia algo en aquel joven que aunque en un principio me hacia permanecer alerta, ahora despues de haber compartido, por decirlo de alguna manera, unas palabras podia ver que no era como los narcos, ni mafiosos de la zona.
-Yo tambien se defenderme-dije cuando el termino de hablar-por esta zona, casi todo el mundo me conoce, sabe que no deben meterse conmigo aunque no me gusta meterme en altercados, soy bastante pacifica.
Despues un poco temblorosa, decidi que era el momento...despues de haber tenido una charla digamos algo alargada, de presentarse.
-Disculpe mi mala educacion-le dije-Mi nombre es Himeko-y le tendi mi mano con una sonrisa.

- Vió la mano de la joven acercándose a el en gesto cordial. No sabía como reaccionar ante ello, por lo que la miro detenidamente, ya que desde crío fué una persona muy cerrada y fria ante el contacto con los demás, pero el protocolo de educación de obligaba a ello. Acercó la mano a la suya, y la estrechó entre sus dedos de forma bástante suave.-
- Puedes llamarme Dorian, encantado.-
- No sostuvo la mano de la chica demasiado rato, casi al instante de acabar de hablar la soltó y miró a su alrededor de algún indicio de alguna persona por los alrededores, pero solo podrían hallarse en aquel lugar ella, y el.-
- Debes ser bastante peligrosa para aterrar a tantos.. ¿No?-

Suelta una risita, y despues toma una bocanada de aire ya q no se cree q vaya a contarle a un desconocido, la verdad aun que las vibraciones que este le da son muy buenas.
-No soy peligrosa, ya te he dicho q no me gusta pelear si no es necesario. Pero por esta zona no viven muchos humanos y los que viven respetan a los que no lo son, por que les temen. Respecto a mi, ellos me temen por que...haber como lo explico, ya se, digamos que el agua y yo, somos hermanas gemelas, las dos nacimos a la vez.-hago una pausa-¿Y tu? ¿No te da miedo estar en un sitio peligroso? Aunque me di cuenta que no eres como los demas.

Era un chico cerrado, mas para confiar en la gente que acababa de conocer y revelarle lo que aunténticamente era. Ya que desde crío no pudo confiar en otros críos por temor a su madrastra, que los fuera a llevar a ella, o por que ella misma no le dejaba salir demasiado, obligándo a trabajar.
- El temor lo tenía a una sola persona, y a un solo sentimiento. No pasarán mas. Además... Aún no topé con nada que buscase pelea, suerte para ellos..-Sonreía con malicia, intentando infundir terror en la chica.- Los devoraría...

Miro a Dorian esvozando una sonrisa infantil y amigable como de una niña de 9 años en vez de 16. Al fondo el mar volvia a estar en calma ya que yo me encontraba muy agusto con él, algo me decia que no me iba ha herir a no ser que representara una amenaza para el, cosa que yo no me consideraba.
-Dorian..tu y yo somos iguales pero distintos-hago una pausa-asi que te lo pido no intentes asustarme con esa sonrisa, creeme en mi pasado he visto y vivido cosas mas horribles que esa sonrisa y algo en mi interior me dice que tu no eres un ser terrorifico.